Historia de la EURO

Un legado histórico

Hoy en día, la UEFA EURO es considerada como uno de los mejores torneos de selecciones del mundo, capaz de darnos momentos llenos de gloria y emoción. Pero debemos conocer su historia y recorrido para comprender su verdadera magnitud.

Los inicios de la EURO se remontan a hace más de medio siglo. El presidente de la Federación Francesa, Henry Delaunay, influenciado por el éxito de la Copa Mundial y la Copa América, sugirió hacer un torneo para enfrentar a las mejores selecciones europeas entre sí. Pese a su fallecimiento en 1955, su propuesta sería aceptada dos años después en el Congreso de la UEFA bajo el nombre de Copa de Naciones de Europa, y en su memoria el trofeo de la misma llevaría su nombre.

Hasta la fecha, se han disputado 15 ediciones de la EURO, que se han celebrado en periodos de 4 años. En 1960 se llevó a cabo la primera en Francia, país de Henry Delaunay. Esta fase final solo la disputaban 4 selecciones que previamente superaron las eliminatorias de clasificación. Así, Francia, Yugoslavia, URSS y Checoslovaquia pelearon por un título que acabó siendo para los soviéticos y que coronó a Lev Yashin como ganador del Balón de Oro, algo que nadie ha podido igualar hoy en día.

España sería la encargada de celebrar la segunda Copa de Naciones de Europa en 1964, que sería la primera en ser ganada por el país organizador. Aquel memorable cabezazo de Marcelino sobre la meta de los vigentes campeones, la URSS, puso en pie a un país entero que vibró con el que sería el primer gran trofeo de su historia, ganando aquella final por 2-1. 

Italia 68 traería consigo varios cambios: nueva denominación y un nuevo sistema de clasificación organizado en grupos, y también daría lugar a aquel famoso “partido de la moneda”. Tras un intenso e igualado partido entre los anfitriones y la URSS en semifinales, un lanzamiento de moneda dirigido por el árbitro del partido sirvió para desempatar el choque a favor de Italia, que conseguiría el galardón tras ganar en la final a Checoslovaquia (2-0 en un segundo partido de desempate, en las semifinales no hubo este segundo encuentro debido a la falta de tiempo).

Para 1972 se encargó la organización a Bélgica, y la fase final pasó de 4 a 8 participantes. Esta fue la edición de Gerd “Torpedo” Müller, que conquistó el torneo con Alemania Federal y fue el máximo goleador con 4 goles. Pero si esta edición fue la del Torpedo, otro Müller (Dieter, en este caso) sería el máximo goleador de la siguiente en Yugoslavia 1976, donde los alemanes volverían a llegar a la final. Sin embargo, esta tuvo un héroe inesperado por parte de Yugoslavia, sus rivales. No fue otro que Antonin Panenka, que en la tanda de penaltis (instaurados para evitar más resoluciones como aquella de la moneda en Italia) inició un nuevo estilo de lanzamiento y le dio el título a los suyos.
En 1980 Italia se convertía en el primer país en albergar 2 veces el campeonato, (aunque afectada por un escándalo de apuestas ilegales que le dejó sin su mejor jugador, Paolo Rossi). Alemania, que ya le estaba cogiendo el gusto a llegar a las finales, consiguió su segunda edición con 2 goles de Hrubesch en la final frente a Bélgica.

Francia emularía a Italia como organizadora del torneo en 1984. Aquella dolorosa final que España perdió con el fallo de Arconada ante la anfitriona aún pesa en la memoria colectiva. Platini establecería el récord de goles en una edición, con 9 tantos en 5 partidos.

El fútbol le debía una a Países Bajos tras las finales de aquellos mundiales, y este se la cobraría en Alemania 1988. Un Van Basten pletórico consiguió uno de los goles más bonitos en las finales con esa volea ante la URSS (2-0)

Ya denominada como la conocemos finalmente, esta fue la edición del “milagro Danés”, que sin estar clasificado consiguió llegar a lo más alto con Peter Schmeichel como máximo referente.

1996 también trajo cambios, como el paso de 8 a 16 selecciones y la introducción del Gol de Oro en la prórroga, que Alemania aprovecharía para conseguir su tercer distintivo frente a la República Checa.

La inercia de Francia tras ganar la Copa del Mundo hizo que esta también consiguiera la EURO en Países Bajos 2002 con un Zidane antológico y otro gol de oro de Trezeguet ante la Italia de Baggio.

De los creadores de “El milagro Danés” de 1992 llega “La gesta griega” de Portugal 2004, donde Grecia fue tumbando uno a uno a los favoritos para alzarse con el trofeo como República Checa o Francia. En la final, un cabezazo de Charisteas tumbaría a la anfitriona Portugal de un joven Cristiano Ronaldo.

La EURO 2008 de Francia y Suiza fue la de la España del "Tiki Taka" y comenzaría un periodo de dominación por parte de esta. Sin encajar goles a partir de cuartos, Torres se encargaría de picar el balón tras la salida del arquero alemán Lehmann en la final para conquistar un título 44 años después. Misma suerte que la que corrió en Polonia y Ucrania 2012, dominando la competición de principio a fin con un 4-0 a Italia en la final.

Y por último, la EURO de 2016 en Francia de la que ya hemos hablado fue la de la Portugal y el zarpazo de Éder, que cerró una herida de 12 años en el país. Ahora, toca esperar qué sorpresas y momentos inolvidables nos separan de 2021

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